La llegada a Ponta Delgada fue en la misma línea de siempre. Sólo funcionaba un motor, no nos contestaban por la emisora…lo normal. Bajamos el dinghy y me acerqué a lo que parecían las oficinas, pregunté y me indicaron el amarre al que podíamos ir. A pesar de maniobrar con un solo motor, el amarre […]