Dedicamos los siguientes días a ir resolviendo temas. Didier nos recomendó un velero que resultó ser supermajo. Le explicamos el problema y nos dijo que en un par de días podía resolverlo. No es fácil explicar cómo se lleva una vela que pesa más o menos 70 kg. y es…grande, en una zodiac de poco más de 2 metros por una bahía en la que siempre hay olas y viento. Bueno, tampoco es difícil, se lleva muy mojado todo.
El caso es que, resuelto el tema del velero, localizadas náuticas para comprar piezas, confiábamos en que Didier viniera hoy (sino sería el martes de la semana siguiente). Cuando lo llamamos por la tarde nos dijo que no iba a poder venir, le ofrecí que me dejara la herramienta y que yo desmontaría el motor de arranque y accedió. El caso es que Didier tiene un barco grande, supongo que una antigua golondrina de unos 25m. de eslora reconvertida en taller. Me dejó la herramienta, desmonté el motor de arranque y comprobamos que el motor se seguía bloqueando. Con dosis de paciencia combinadas con un martillo bastante grande, fuimos convenciendo al motor del generador de que fuera girando poco a poco. Un día, otro día, un rato Francisco, un rato Javier, el caso es que seguía bloqueándose de vez en cuando, pero nos automotivábamos de que cada vez iba mejor (sí, eso libros amarillo de autoayuda han hecho mucho daño).
En paralelo teníamos otro problema importante: el gas butano. Ya contamos como poner el congelador a gas supuso poder autoabastecernos de energía, de hecho hemos estado mucuuucho tiempo sin generador sin demasiados problemas.
Pues imagináis que en Caribe no existen las botellas de butano de origen Canario. Pensamos en aplicar un poco de radial y pintura azul…pero descartamos. Al final nos indicaron un sitio junto al Mercado Cubierto donde sí nos vendían las botellas. Unos sencillos cálculos y vimos que con 2 había una probabilidad bastante aceptable de no hundirnos al llevarlas al barco con la Zodiac. Cuando nos preguntaron si azules o naranjas, dijimos que azules, infinitamente más bonitas que las naranjas.
Lógicamente, el regulador (la alcachofa) que tenemos no nos servía y compramos otro. El ánimo no nos dio para recoger la vela y ubicarla junto a las botellas y optamos ya por ir al barco.
Volvimos a darle (con ayuda del martillo, herramienta que no debe faltar al mecánico español) mil vueltas al motor y pensar que cada vez iba mejor cuando nos llamó Didier diciendo que el motor de arranque iba bien y que podíamos pasar al día siguiente a recogerlo a las 14:15¿? (esto es el Caribe).
Cuando uno llega, después de un día dando vueltas (por la calle y al motor), y se relaja, se queda pensando…seguro que el color de la botella de butano no tendrá alguna razón de ser??. El caso es que esto lo podré explicar cuando se acabe la que tenemos y monte el regulador y la botella nueva. Si no cuento nada, pues eso, que me lo he pasado muy bien…
Quiero aprovechar para decir que tenemos dos problemas importantes para ir enviando fotos y contando cosas. Uno tiene que ver con el Roaming y Masmovil, ese va a merecer un post aparte. El otro tiene que ver con los sitios que hemos encontrado con WIFI.
Uno de ellos es un McDonald’s, que tiene un buen helado e internet decente pero no tiene cerveza. Luego hay otro en la Marina que tiene buena cerveza pero el wifi es lamentable.
Ya se entiende porque nos cuesta tanto enviar fotos y vídeos!!
El caso es que montamos el motor de arranque, cruzamos los dedos y ¡Carlos, trata de arrancarlo!!!…y arranca!!!. Pero la alegría del pobre dura poco. El motor arranca, pero no genera nada de energía. Estamos a sábado, llamamos a Didier y nos dice que hay que sacar el motor del barco y no puede hasta el jueves.
Optamos por irnos al día siguiente a Sta. Lucía, otra de las islas del Caribe.