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Volare, ¿oh oh?. Cantare, oh oh oh oh!!. Let’s fly way up to the clouds

Con esta famosa canción, en la versión de Dean Martin, comento que tengo una novedad importante. Hace un par de días recibí un correo de la Embajada de España anunciando que va a realizarse un último vuelo de repatriación europeo el próximo 11 de mayo (información del vuelo).

Explica que está gestionado por la Embajada de Francia y que inscribirse no supone ningún tipo de confirmación de la reserva. Puede que haya sitio o que no lo haya.

Tengo los deberes hechos desde hace tiempo y tengo localizada una marina en la cercana isla de Solarte a un precio razonable (esto se lo debo a Manolo y Fuencisla, que una vez más van por delante de mí en ir localizando sitios que me puedan interesar). También tengo los depósitos de gasoil llenos. Esto lo he conseguido haciendo viajes con bidones de 25 litros primero en el dinghy y luego andando unos 200 metros hasta la gasolinera. Un depósito está completamente lleno, al otro le debe faltar poco, pero en el tiempo que tengo permitido me dio tiempo a hacer tres viajes con 50 litros cada uno. Total 150 litros. Os puedo asegurar que terminé molido. La lectura positiva es que, a pesar de tener el hombro un poco roto, no me ha ocasionado ningún problema.

Pensándolo un poco más, tampoco es muy, muy sencillo. Tengo que llevar el barco a Solarte y prepararlo para que se quede allí casi un año. Desde Solarte tengo que volver a Isla Colón en una barca que tarda unos 30 minutos. Luego otra barca de Isla Colón a Almirante que tarda alrededor de 1 hora, de Almirante al aeropuerto de Tocumen hay 608 km. y se tardaría unas 9 horas, pero no hay autobuses.

El vuelo es a París. Como sí hay vuelos entre las capitales de los países, de París puedo volar a Madrid, pero ahí ya no está claro cómo volver a Valencia. Eso sí, mi amigo Juanvi me ha dicho que no me preocupe que tiene varias opciones. Desde recogerme con el camión y meterme en la caja, hasta salir de madrugada con su coche, ya que hay menos controles y volver los dos juntos si prometo estarme calladito y quieto en el asiento de atrás. Todo un personaje y gran amigo Juanvi.

Hoy domingo a las 20:00 se cierra el plazo para los que se hayan registrado y a principios de semana irán contactando para ver si hemos sido premiados. Espero que si soy de los agraciados me lo comuniquen pronto puesto que tendré que ir a dejar el barco y todo lo demás.

En otro orden de cosas, NO QUIERO IRME. Estamos en temporada de lluvias y llueve. Llueve muuuucho y durante gran parte del día. Tengo otra vez el congelador boca abajo (ya ni sé las veces que he tenido que darle la vuelta). Donde estoy fondeado ahora, tardo 25 minutos en ir y otro tanto en volver a la verdulería o al restaurante a saludar (os recuerdo que sólo tengo los martes y los jueves de 7:30 a 9:30) para pisar tierra.

Pero ayer mismo, mientras estaba hablando por teléfono, se estaba poniendo el sol y justo en mi cabeza apareció esta maravilla.

Reflejos curiosos

Tengo unas ganas inmensas de ver a las personas a las que quiero, pero soy consciente de que llegaré a España y tampoco podré hacerlo. En estos momentos, me siento como el pirata de Espronceda.

Que es mi barco mi tesoro,

Que es mi Dios la libertad,

Mi ley, la fuerza y el viento,

Mi única patria, la mar.

Allá muevan feroz guerra,

ciegos reyes

por un palmo más de tierra;

que yo tengo aquí por mío

cuanto abarca el mar bravío,

a quien nadie impuso leyes.

Añado que, una vez más, he tenido la suerte de conocer a gente maravillosa. En República Dominicana conocimos a Rómel con el que estoy en deuda de por vida, pero aquí he conocido a unos italianos que me están tratando también de una forma increíble. Estuve con ellos en Loma Partida y ahora estoy fondeado a 50 metros de sus casas. Ya hemos compartido varias cenas (justo en este momento me acaban de invitar a cenar hoy). Más allá de compartir cenas y sobremesas hay otros detalles que hacen a la gente “especial”.

Arrocito al horno en el Caribe

Ángelo y Enrica me han regalado un libro hecho a mano por ellos y del que sólo hicieron 7 ejemplares!!!

También me han prestado varios libros con una única condición: la promesa de que tanto si me voy como si me quedo yo personalmente se los devolveré. Por supuesto, cumpliré mi promesa.

Precioso libro de recetas medievales

Mis amigos del restaurante ya me han llamado también la atención por no ir a visitarlos desde el martes.

Son multitud los detalles que te hacen sentirte especial y rodeado de gente especial.

Una vez más, la decisión la tomará otro por mí, y tanto si vuelvo en el vuelo de repatriación, como si me quedo hasta que haya nuevos vuelos, creo que seguiré siendo una de las personas más afortunadas del planeta.

Como me dijo Antoni, un catalán que lleva 22 años viviendo aquí al que conocí en la puerta de un supermercado mientras se acercaba la policía y yo estaba fuera de mi hora de patio: si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes

2 thoughts on “Volare, ¿oh oh?. Cantare, oh oh oh oh!!. Let’s fly way up to the clouds

  1. Opino lo mismo, eres uno de los tíos más afortunados y en parte porque siempre ves el lado positivo. A ver qué te tiene preparado el destino para esta ocasión.

  2. Como manejas la incertidumbre!!! Es impresionante, y me encanta que aprecies con tanta profundidad lo que te rodea, lo que vives, l@s amig@s que haces, e incluso los contratiempos. Creo que tienes una fortaleza emocional a prueba de bombas.
    Gracias por recordarme el poema de Espronceda, tuve que aprenderlo en el cole, y ya lo había olvidado.
    A ver que te depara la semana, ya nos contarás. Un beso.

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