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¿Y ahora qué?

A priori, las opciones que tengo son dos:

  1. Quedarme quietecito hasta que Francisco pueda venir o yo volar a casa
  2. Ir haciendo camino con la intención de volver con el barco a España

Estas dos opciones, con sus variantes, ya las planteé la semana pasada. Lo que puedo añadir son los datos que voy recogiendo.

Tengo gasoil de sobra para la opción 1) pero nunca es suficiente para la opción 2). En la isla no hay diésel salvo en una gasolinera en el interior con la que es complicado rellenar los depósitos a base de garrafas.

En la marina Red Frog, a unas 4 millas puedo repostar cantidades pequeñas de gasoil bajo cita previa. Puedo volver allí, pero era el sitio donde apenas tenía cobertura. Lo lógico sería acercarme a Almirante, ya en el continente, donde pienso que no debo tener problemas para repostar. El inconveniente es que no me da tiempo en 2 horas de ir navegando a vela y repostar (ya, ya…podría ir a motor un martes, repostar el jueves y volver al siguiente martes, pero entonces sería muy fácil).

Me plantearon la posibilidad de pedir un salvoconducto por lo que me fui a hablar con el Juez de Paz. Tal cual llegué, me explicaron que el juzgado no iba a emitir ningún tipo de permiso que permitiera “saltarse” el confinamiento y que iban a ser revocados los ya emitidos. Me recomendaba que fuera a hablar con la Alcaldía. Al explicar mi problema, me remitieron a hablar con la Autoridad Marítima de Panamá.

Ya he estado hablando anteriormente con la Autoridad Marítima de Panamá (AMP) y tengo que decir que, al igual que el resto de funcionarios de Panamá, son competentes, empáticos y muy amables. Pero con mi caso se da una situación un poco extraña. Me da la impresión que reconocen que, aunque yo me mueva con el barco sigo confinado, pero les planteo un poco de problema si me muevo fuera de las horas en las que puedo salir “de casa”. Es decir, martes y jueves de 7:30 a 9:30. Resumiendo, no puedo ir a Almirante si no es en mi tiempo.

Es curioso. Creo que es la primera vez que he querido hacer las cosas bien, pidiendo permiso, hablando con todas las autoridades, tratando de buscar soluciones y me doy cuenta de que ya todos me conocen, saben que tengo razón, pero por decirlo de alguna manera, retomaré mi táctica de siempre, “más vale pedir perdón que pedir permiso”.

Aprovecho para comprar y preparo unas bravas y una tortilla de patata en el restaurante con mis dos amiguetes. También hablo con Daniel, un italiano que es uno de los dueños del restaurante, me comenta que el viernes irá con su mujer y otro matrimonio amigo suyo en un velero a Loma Partida.

Una vez más, otros me ayudan a tomar decisiones. Me iré de estrangis para pasar el fin de semana y luego ya veremos lo que hago. Salgo el viernes a las 6:00 de la mañana antes de que lleguen los agentes de la AMP y aprovecho para visitar la Marina Aqua Point.

La navegación por los canales es bastante complicada. Menos mal que llevo las cartas de Bauhaus, pero soy consciente de que me sirven de muy poco ya que sitúan mal el barco en la carta.

Me imaginaba que me quedaría sin cobertura y le envié un mensaje a Daniel diciéndole que fondearía antes de Loma Partida, los esperaría allí y luego les seguiría en el Arabela.

Me acerco al canal y tengo que ir combinando lo que veo con distintas cartas e imaginarme por dónde debo pasar.

Cartas CM93
Cartas Bauhaus

Poco a poco me doy cuenta que hay que navegar como se navegaba con las cartas en papel. Tienes que buscar referencias e imaginarte tu posición en la carta en lugar de confiar en la posición que aparece en la electrónica. Es más fácil decirlo que hacerlo. Cuando lo único que ves es que estás rodeado de manglares, no eres capaz de distinguir si hay una única isla o hay 3 una detrás de otra.

Pero despacito, y en varias ocasiones haciendo marcha atrás, me fui viniendo arriba y llegué hasta Loma Partida.

Creo que se entiende que no se puede navegar sólo con la electrónica

Arabela Anfibio

Con respecto al futuro, se va aclarando, aunque no a mi gusto. Para ver la meteo de zonas amplias utilizo el Windy. Todos los días miro el tiempo tratando de encontrar una ventana de 3 o 4 días con vientos favorables o al menos que no sean de ceñida.

La meteo en Windy

Junto con la meteo, varias veces al día accedo a noonsite para ver las novedades de COVID-19 en cada país, y cada vez las noticias son peores. Aumenta el nº de países que cierran fronteras y en este momento

Noticias sobre COVID en Caribe

De hecho, los que me vendrían a mi bien para volver, están cerrados. Ni siquiera tengo la posibilidad de pasar la cuarentena.

Si no cambia la meteo, calculo que necesitaría un mínimo de 12-15 días para llegar a St. Marteen donde me permitirían entrar por ser europeo. Tanto en la parte holandesa como en la francesa tendría que hacer cuarentena (otros 15 días) para poder repostar y comprar alimentos. En el caso de tener alguna avería (algo tremendamente probable después de 1000 millas con viento en contra), difícilmente podría solucionarla con todos los negocios cerrados. Resultado, me habría metido una paliza para terminar en una zona donde hay un 100% de probabilidades de tener huracanes y la única opción sería pagar una fortuna por un amarre, cruzar los dedos y rezar. Desde luego no parece una alternativa óptima

Me plantearon una tercera posibilidad que consistía en ir a dar clases a Cuba. Para mí era perfecto, el viento actual me permitiría llegar a La Habana, me quitaría la espinita de hacer una travesía larga en solitario, el barco estaría en una zona desde la cual podría emprender regreso a España y, en caso que hubiera que dejarlo, junto con el norte de República Dominicana son las dos zonas de huracanes caribeños, que están un poco más protegidas. También me resultaba perfecto de cara a mi Universidad, si continúan las dificultades para regresar a España, al menos estaría impartiendo clases en una Universidad Cubana sobre la puesta en marcha de la tercera misión en Universidades, que todo sea dicho, mola.

Finalmente nos confirmaron desde Cuba que imposible, no pueden autorizar la entrada de ninguna embarcación en el país.

Hay una cuarta, que, aunque es complicado que pueda salir, tiene un atractivo especial. No puedo contar mucho más salvo que tiene que ver con un aventurero y doy dos nombres, Alaska y Rusia. Por supuesto, contando con el Arabela, ahí lo dejo.

Así que se va deshojando la margarita y parece que la única opción, si no surge un milagro con la meteo o con el aventurero, va a ser dejar el barco en Panamá y volver en avión.

Tampoco parece que eso vaya a ser fácil. Hay confirmado confinamiento hasta el 23 de mayo y la compañía aérea COPA anuncia en su web que pretende empezar a realizar vuelos de repatriación de panameños a partir del 1 de junio, pero es imposible predecir si eso será posible.

Me mantengo en contacto con la embajada por si en algún momento hay algún vuelo de repatriación en Latinoamérica, pero lógicamente me dicen que mientras estén cerrados los espacios aéreos, no va a haber ninguno.

Panamá es lugar libre de huracanes, pero…ya conté que existe un viento llamado “culo de pollo” que sopla en dirección contraria a la habitual y con una velocidad de 40-50 nudos. Este viento, junto con la temporada de lluvias (me comentan que en ocasiones 2 meses seguidos sin dejar de llover) y multitud de tormentas con truenos y rayos no auguran una estancia en el barco cómoda. Pues todas estas lindezas naturales empiezan en el mes de mayo.

Junto a esto, Panamá tiene un problema serio con el COVID-19. En toda la provincia y archipiélago de Bocas de Toro hay un único respirador (y ya hay casos positivos), y algo similar sucede en todas las provincias salvo en la capital. Las autoridades son conscientes de que si se propaga la enfermedad no van a poder manejarla (véase el caso de Ecuador). Las medidas que toman son muy duras. Los ciudadanos tenemos “patio” en función del sexo y de la última cifra de la cédula o pasaporte. Los hombres sólo podemos ir a comprar 4 horas a la semana. Las penas por incumplimieno de la cuarentena se han incrementado un 30% y algunas específicas como hurtos, robos, etc, suponen un mínimo de 5 años de prisión sin importar la cuantía.

Pues no suficiente con esto, están planteando que casi con total seguridad se va a proceder a un confinamiento TOTAL en la que TODO va a estar CERRADO y NADIE podrá salir de su casa durante 15 días.

De todas formas, el gobierno ha tomado multitud de medidas para los más desfavorecidos. No pagan agua, luz, teléfono y ha preparado bolsas con productos de primera necesidad que funcionarios públicos entregan a las familias más necesitadas llevando un registro de mercancía recibida, donada o comprada, bolsas confeccionadas, y a quien se entrega con fecha y firma.

Esta semana apareció en televisión el Presidente con una lista en la mano explicando que esa lista contenía los nombres de los funcionarios públicos que habían cogido la bolsa. El presidente explicó que precisamente en la situación actual, los funcionarios públicos de Panamá son unos privilegiados puesto que cobran su sueldo y tienen la seguridad de que no van a perderlo, por lo que eran sabedores de que no les correspondía esa bolsa y bono de emergencia.

Después de explicar esto, simplemente dijo que daba a estas personas hasta el viernes para que donaran el 20% de sus nóminas durante 3 meses y, de no hacerlo, se atuvieran a las consecuencias (noticia). Olé el Presidente Panameño!!!!

Digamos que la combinación de lluvia, tormentas, rayos, viento y sin posibilidad de tener mis 4 horas de patio tampoco aparenta ser un plan idílico. Añado que, aunque llueva, la temperatura exterior está en torno a los 30º. En las mediciones que hago para la Universidad estoy tomando muestras del agua con temperatura de 32º. Cuando estás en el barco con todo cerrado porque llueve, no se está excesivamente cómodo.

Como curiosidad, comento que en el Libélula nos sacudió un rayo navegando y estando yo en cubierta. Yo sólo noté un calambrazo en un brazo, pero con un mástil de 11 metros nos fundió toda la electrónica. El tope del mástil de Arabela está a unos 25 metros de altura, ahí lo dejo…

En cualquier caso, sigo estando convencido que soy un privilegiado viviendo una situación histórica inédita e inesperada, en un barco que no es mío, y en un País que no era el planificado.

One thought on “¿Y ahora qué?

  1. El mundo patas arriba y tu en medio! De esta vas a salir bastante más preparado para lo que la vida te plantee. Cuidate lo más que puedas. Un abrazo.

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