Como siempre en estos casos, todo ha costado más de lo que esperábamos. Desde España nos enviaban recambio del alternador, una bomba de achique y otra bomba para el WC. Montamos enseguida la del WC y funcionó, no pusimos la de achique porque encontramos unas de segunda mano mucho más potentes y que nos permitirían aguantar unos minutos más si nos hundiéramos. Lo que no funcionó fue el alternador. El que trajeron de España no sirve, y sería necesario una radial para hacerlo encajar (algo que valoramos repetidas veces).
No he contado que antes de salir de España recibimos una llamada «curiosa». En concreto, dos personas que pensaban que el barco estaba en venta y nos ofrecían utilizarlo para hacer paseos a turistas por la zona de Portobelo.
Es difícil hacer convivir el modoparaíso con las exigencias de recoger gente a una hora determinada, hacer un paseo por una ruta prevista, volver a una hora determinada, etc. Aun así, estamos evaluando la opción. Poder vivir en el Paraíso haciendo un trabajo que nos gusta, no es una mala opción.
Se ha llegado a valorar incluso la opción de vender el Arabela. Para ello tendría que producirse una jugada a múltiples bandas por la cual se vendiera el Arabela a un justiprecio, un tercero comprara un catamarán enorme que hay a la venta en Linton Bay, y que nosotros tres nos volviéramos en el grandote. Hace mucho que creo en este tipo de milagros, porque me pasan constantemente, ya veremos lo que sucede.
La realidad es que hemos conocido a estas personas, Álvaro y Pablo, con las que hemos tenido ya una serie de anécdotas que sintiéndolo mucho, no debo contar por aquí, y que son unos tíos geniales que nos están echando un cable en nuestras historias.
Hemos estado ya un par de veces en el hotel y es una gozada.
La segunda vez que fuimos, vino a recogernos el mismo taxista que nos trajo al barco por la noche sin luces (el coche). Esta vez conseguimos avanzar 15 metros antes de pinchar, por supuesto no llevaba ni gato ni llave, pero en la marina nos prestaron las dos cosas.
En una de las ocasiones me dejaron entrar en la cocina y con Iván preparamos un arroz con lo que había por allí.
Mientras esperábamos el alternador, fuimos probando el resto de las cosas. Tengo claro que entorno lluvioso, con una humedad disparada permanente y con mucho calor, no es el lugar óptimo para conexiones eléctricas y electrónica. Menos si el barco ha estado abandonado 9 meses.
Cuando probamos el enrollador de génova, observamos que no giraba. El que al mismo tiempo cayera aceite a chorro al agua y que el enrollador sea hidráulico, nos hizo sospechar. Desmontamos los dos tubos que pasan por un tunel estrecho hasta la proa y vimos que estaban destrozados. Entre Álvaro y Pablos nos solucionaron conseguir unos tubos nuevos en muy poco tiempo.
Tampoco movía el motor del pajarín que sirve para sacar la vela mayor. Por suerte, desmontando y aplicando un martillo (con conocimiento) pudimos hacer que volviera a mover.
Cambiamos el cabo del pajarín por uno de los que traje en la maleta y ya podemos desenrollar la totalidad de la mayor.
Mi tía Mariví me preguntaba si ya le habíamos dado la vuelta al congelador y la realidad es que sí. Os recuerdo que la única manera que funcionaba era a gas, pero algo le ha debido pasar porque, una vez conseguidas 3 bombonas llenas, y a pesar de haberle dado la vuelta 48 horas, no llega a enfriar a menos de 15º. Lo puse a 12V y funciona, pero tampoco congela, simplemente deja las cosas fresquitas.
Debe ser una chorrada, pero no tener congelador nos va a condicionar mucho la vuelta. Uno de los destinos que tenemos previsto es Cuba, pero los pobrecillos lo están pasando falta desde que ha sido eliminado el CUC (la moneda de los turistas). Ya no sólo hay que hacer horas de cola para conseguir comprar algo, sino que los precios son prohibitivos, apenas hay alimentos frescos, y mucho menos congelados. Vamos a tener muy complicado que Cuba sea el último destino antes de salir hacia Azores. Aun así, llevo un paquete de mi amiga Gisela para su madre y vamos a hacer todo lo posible para llevárselo a La Habana.
Teníamos todo listo para partir hacia San Blas a falta del alternador. Al final localizamos uno en Panamá City, pero me mosqueó el oír que quizá serviría, pero tenía que pagarlo por adelantado ¿?. Aunque es una chorrada montar un alternador, optamos por pagar 85$ adicionales, y que nos lo trajera y montara un técnico, y pagarlo una vez funcionando. Entre los dos alternadores que trajo y el que teníamos de España que no servía, pudimos hacer un apaño y solucionarlo. También habíamos traído relés, cambiamos el del motor y no os imagináis el lujo que supone arrancar el motor con la llave sin hacer más historias.
Ya con todo listo, el día 17 zarpamos hacia Guna Yala. En este momento estoy escribiendo mientras tengo delante la isla de Waisaladup en Cayos Holandeses, donde ya estuve con Joyce y Deni. Esto ya es de verdad el modoparaiso.
En la travesía tuvimos dos picadas buenas. En la primera pescamos medio pez sierra. Tal cual lo cuento, mientras lo subíamos, alguna suerte de «barracus obtusus» le metío bocado y se llevó la mitad. No quiero pensar el bicho que le mordió, porque aun así, la mitad que ha dejado nos ha dado para 5 buenas rodajas. También pescamos la consabida barracuda que ha dado para otras 10 buenas raciones.
Durante la travesía la única incidencia ha sido que al llegar, uno de los motores funcionaba, pero la hélice no se movía. Tenía algo que ver que con el inversor. Como ya era tarde lo dejamos para el día siguiente. Dándole vueltas por la noche, me acordé que una vez que pintaron el motor, pintaron una válvula que sirve para que no haya sobrepresión, quizá el óxido de estos 9 meses la había atascado. Ha habido suerte y parece que era eso, la única pega es que no tenemos bastante aceíte de transmisiones por lo que pondremos el motor sólo para maniobras «delicadas» y listo.
Esta mañana hemos llegado a BBQ, todavía en Cayos Holandeses y creo que de los sitios más espectaculares del mundo. He aprovechado para cocinar en el horno y hemos preparado pan, un bizcocho, una coca y lo que nos quedaba de la barracuda. He tenido que revisar los mensajes de mi amigo Marcos para acordarme de las cantidades, pero ha salido bastante digno todo.
Me he perdido en las explicaciones técnicas, pero además de las maravillas que os rodean, yo creo que cuando acabe el sueño del modo paraiso, igual puedes montar un restaurante Que buena pinta tiene todo lo que cocinas!! Disfrutarlo a tope. Y cuidaros.
Jajajaaj, oye, pues te ha quedado muy muy resultón 😉
Te recuerdo las cantidades por aquí.
Siempre 60% de agua (es lo más cómodo para amasar). Es decir, que si pones 300 gr de harina… pues 180 de agua ;). Luego unos 5-6 gr de levadura seca, unos 10 de sal (al gusto) y chorrito de aceite (a mi me gusta generoso).
Primero mezclas la harina con la levadura. Luego le pones el agua. Cuando tengas la masa ya le pones la sal y el aceite. Lo mezclas bien, lo dejas reposar una media horita y luego haces el amasado durante unos 10 -15 minutos. Lo dejas reposar unas horitas cerrado para que no se seque la masa y ya estará listo.
Horno a tope. Cuando lo metas bajas el horno a unos 150 para que no se encienda la resistencia y así crezca el pan y lo dejas así unos 10 minutos. Luego le volvemos a meter caña hasta el final (unos 30 minutos aprox, pero eso ya depende de cada horno).
A disfrutar amigo mío.
Un fuerte abrazo de toda la famiia.
No te conozco Marcos, pero gracias a tí, voy a probar a hacer pan
que no me conoces??, jajajaaj, echa la vista atrás unos cuantos años y si eres la Mariví que creo que eres… verás como sí que me conoces 😉
Un besote
Marcos