Planificar una vuelta al mundo en un velero

En nuestro caso ha sido algo muy complejo. Por un lado teníamos que cumplir con los compromisos laborales, por otro debemos aprovechar los vientos favorables en cada uno de los tramos queriendo realizar una ruta concreta.

El caso es que calculando velocidades, mejores épocas para atravesar cada una de las regiones, evitar a toda costa las temporadas de huracanes en el Caribe y los tifones del Pacífico, hemos conseguido realizar una planificación en la que «parece» que encaja todo (maravillas del Excel).

Queda algo parecido a lo siguiente:

• Salida de Tenerife a mitad de diciembre llegando al Caribe a finales de diciembre o principios de enero.
• Ir recorriendo las distintas islas hacia el norte hasta llegar a Cuba a principios de febrero
• Llegar a principios de marzo a Panamá para gestionar el paso del Canal la primera semana de abril
• Pasar por las islas Galápagos y realizar el tramo más largo del viaje con casi 3.000 millas entre las Galápagos y las islas Marquesas donde llegaremos a principios de mayo
• A partir de aquí será un recorrido por las Polinesia francesa y por sitios con nombres como Tahití, islas Cook, Tonga, Fidji, etc.
• En julio tenemos previsto alcanzar Vonuatu, lugar considerado como el más feliz del mundo
• Como fin de este primer tramo llegaremos a Australia a principios de agosto, con el objetivo de estar el 1 de septiembre en nuestros lugares de trabajo cumpliendo los compromisos

De todas maneras, una de las ventajas del modo paraíso, es precisamente tener la capacidad de disfrutar del momento, el mindfulness. Es importante estar en septiembre en nuestra casa de tierra, pero no lo es tanto si hemos llegado a Australia o hemos decidido quedarnos en cualquiera de los paraísos por los que pasemos.